29 de gener 2010

Le llamaban freak.

Hoy en día, puedes ir por la calle y encontrarte gente que va con camisetas de su equipo de fútbol preferido.









O con camisetas de una marca de coches o motos, por el simple echo de que un conductor (que la gente no conoce en persona, claro) compite conduciendo esa marca.
También te puedes encontrar gente haciendo cola en supuestos “restaurantes” que se dedican a servir comida rápida.
Y que van a locales no porque les guste, si no por el simple echo de que esos locales son los que están de moda.
La gente viste igual, sólo por el simple hecho de que es así como alguien dice desde las revistas cómo te debes de vestir.
Puedes oír la música que pone la gente (en su casa, en sus coches) a todo volumen.
Si utilizas el transporte público, verás a mucha leyendo el mismo libro.
Si navegas por internet te puedes encontrar blogs en los que la gente hace apología de sus ideales, ya sean políticos, sociales o de lo que sea. También hay los que explican sus intimidades emocionales y/o sexuales.
Ves a la gente que se tiñe el pelo para parecer más joven. O porque les gusta ir con colores. Y/O que se pintan la cara para parecer más guapas.

Pero nunca se te ocurra decir que te gusta más Star Wars que Torrente. Que Star Trek es mejor que James Bond. Que prefieres ver la serie Dexter antes que El internado. Que no ves Anatomia de Grey porque prefieres The Big Bang Theory. Que tu camiseta preferida es la de Darth Vader en vez de la de un jugador de fútbol. Que juegas online a un juego donde sólo juegan doce millones de personas, en vez de ir a un campo de fútbol con cuarenta mil almas más. Que en vez de tener un pc cómo herramienta de trabajo, tu función es hacer que esa herramienta de trabajo funcione para los demás.

Porqué te llamarán freak.

¡Friki! Por que cuando hablas de ordenadores, no te entiende nadie. No cómo cuando un abogado habla sobre tecnicismos legales. No cómo cuando un médico habla sobre enfermedades o traumatismos. No cómo un economista explica el porqué de la crisis y los juegos de la bolsa. A esos todo el mundo les entiende.
¡Friki! Porque cuando te llama tu amigo carnicero para que le arregles el ordenador de su casa a cambio de una cerveza, le dices que no, que tu trabajas entre semana y cobras por ello. En cambio, haces que tu amigo carnicero vaya a tu casa y te regale un par de entrecots. Y al amigo mecánico, a cambio de un mísero pica pica, le haces arreglar tu coche gratis.
¡Friki! Porque cuando dices que toqueteas tu móvil para darle otra apariencia la gente te mira mal y se ríe, pero cuando luego ven cómo queda, te preguntan si puedes hacerlo con el suyo.
¡Friki! Porque lees libros de ciencia ficción, en vez de libros de Isabel Allende, que escribe de la vida en Chile desde Estados Unidos. Porqué lees libros técnicos en vez de libros de autoayuda, escritos por alguien que no sabe de tu vida, pero que te dice como tienes que vivirla.


¡Friki!
¡Friki!




PS: I això que no he parlat de Torrebruno.
PPS: Ni de Espinete.

15 de desembre 2009

The return? (V)

La ciudad está alterada. En los dos últimos meses, seis malhechores han sido encontrados muertos en macabras circunstancias. Uno fue encontrado empalado en un buzón de correo, con un sello pegado en la frente. A otro le abrieron en canal y tejieron una bufanda con sus intestinos. A otro, le colgaron de los testículos… con la bufanda del tercero. Al cuarto ladrón le hicieron la acupuntura… con una tricotosa. Al siguiente, le cosieron la boca con imperdibles y pegamento, y a continuación, le rellenaron el estomago con melones. Al último, se le obligó a que le hicieran una sesión de reiki. Con una apisonadora.

El mundo del hampa está temblando. No se atreven a salir para sus maléficos quehaceres. Se reúnen en almacenes para pedir protección a los supervillanos. Pero los supervillanos tampoco saben exactamente que está pasando. Y no saben que hacer.

Los inocentes transeúntes no saben si esto va a continuar así o en algún momento quien sea que hace esto pasará de los malvados a los castos.

Sólo el viento sabe la respuesta.
Sólo el viento susurra una palabra: SodomiteMan…

Y en la oscuridad de los callejones, una sonrisa sádica se ensancha.


PS: Que un cotxe mai no et deixi veure l’autopista.
PPS: Recorda que hi han diferències entre un consolador i una cadira. Sobretot, al seure.

13 de novembre 2009

El otro lado de la ducha.

El otro día, ligué. (*)









Ojo, que lo digo así, cómo si tal cosa, pero la verdad es que hacía milenios que no lo hacía.


Supongo que mi subconsciente es mas consciente que yo, o que al final resultará que no soy el hijo feo secreto de Torrebruno cómo pensaba. Pero ligué. (**)

Todo pasó en el gimnasio. Pero para ser más exactos, tendríamos que decir que fue en los vestuarios del gimnasio. Y no, no me colé en el vestuario femenino. Y no, ninguna mujer se coló en el vestuario donde se huele a tigre y las feromonas rebosan. Estimados lectores (si aún queda alguno), ligué con otro hombre. Y sin querer. Si es que cuando me pongo…

Pero para proteger mi reputación (si es que aún me queda algo que proteger), voy a contarlo todo. Tranquilos, es rápido e indoloro.

Yo me estaba duchando. Cómo no sigo ninguna religión rara que prohíbe ducharse desnudo ni enseñar el cuerpo, me duchaba desnudo. Cuando me ducho (en el gimnasio), tengo la manía de ponerme en una ducha desde donde pueda ver mis pertenencias. Y más, desde que me robaron los calzoncillos. Así que mientras me ducho, controlo que nadie intente nada raro. Y resulta que el otro día, mientras me duchaba, un chico se sentó al lado de mi bolsa de deportes. Cómo era un chico que nunca había visto, le miré (con esa mirada que hace la policía cuando mira un sospechoso). Él, al cabo de un rato, me miró a mí. Y retiró la mirada, para, al cabo de un momento, volverme a mirar. Y retirar la mirada. Éste juego duró lo que yo tarde en ducharme y en secarme (sí, me seco con la toalla en la ducha, no me gusta ir luego goteando, que suena mal). Cuando salí (con la toalla atada a la cintura, cuál mancebo romano en una orgía de Calígula), él me volvió a mirar. Y esta vez, se levantó. Era un chico joven, fuerte, duro. sin un pelo de grasa o pelo por todo su cuerpo. Si Adonis volviera a bajar a la tierra cogería su cuerpo. O lo violaría. No sé cual de las dos cosas haría, pero algo le haría.

Se pasó una mano lentamente por su pecho (repitamos y aclaremos, su pecho, no el mío). Y me dijo:
- 'Te he estado mirando mientras te duchabas.'
- 'Lo sé, lo he visto' – le respondí.
Me volvió a mirar, de arriba abajo.
- 'Y te estaba mirando porque me estaba imaginando lo que podría hacer con ese cuerpo, y lo que tu con ese cuerpo me podrías hacer a mí.'
Ahí fue en el momento en que mi rápida inteligencia supina notó que había ligado.
Y con toda mi dulzura posible, con todo mi emoción contenida, le dije:
- 'Pues yo te estaba mirando porque creía que me ibas a robar la bolsa.'

Ya no lo he vuelto a ver.


PS: ¡No! ¡Trantran no!
PPS: Si els esquirols ens foten la feina, per què els hi tirem cacauets? No seria millor tirar-lis pedres?


(*) Nota del autor: Sí, yo tampoco me lo creo.
(**) Nota del autor: Que sí, que sí, yo también sigo sin creermelo.

28 de juny 2009

¿Quien me ha robado mis calzoncillos?

(nota del autor: ¿a que son chulos?)
(otra nota del autor: pero no, no son míos)
(otra notita del autor: los mios son de spiderman)






A diferencia de ciertos libros de pseudos-filosofía barata y autoayuda varia, ésta no es una pregunta retórica. El otro día me robaron los calzoncillos.

Dicho así, la cosa suena mal. Y no digamos como huele, porque los calzoncillos estaban usados. Y digamos que más de lo normal, ya que me los robaron en el gimnasio, mientras me estaba duchando.

La verdad, no entiendo quien puede querer unos calzoncillos sudados y que desprendían un hedor que incluso a mí, me saturaba.

Podría llegar a entender que me hubieran robado la ipod. O el reloj. O el móvil. Hasta la toalla. Pero que me robaran una prenda sudada, sólo me lo explico desde un punto de vista psiquiátrico, y aún así, no lo puedo comprender.

Porque vamos a ver, una cosa es sufrir un normal (y hasta saludable) síndrome de Diógenes, y recoger carritos abandonados, cartones, botes vacíos de desodorante de la calle y guardarlos en casa. ¡Però otra cosa es robar unos calzoncillos sudados en un gimnasio! Y no, no estaban tirados en el suelo ni nada similar que pudiera inducir a alguien a creer que estubieran abandonados. Estaban con el resto de la ropa sudada, a saber: camiseta, pantalones y calcetines. Todo sudado. Que sí, que reconozco que un bote de desodorante vacío puede (y tiene) una futura reutilización, así cómo los paquetes de tabaco, las bolsas (llenas) de basura, etc. Pero mis calzoncillos no. Eran mios. Los había comprado yo. Me los había puesto yo. Los había sudado yo. Algunas veces, hasta alguna mujer me los había quitado. Eran mios. Y que conste que lo digo con todo el egoísmo egocéntrico del que soy capaz. Eran mios. Mios.

Que una cosa es sufrir síndromes, y otra muy distinta es sufrir y hacer sufrir haciendo partícipe de tus sufrimientos.

Cojamos cómo ejemplo de lo que digo a Torrebruno. Según la prestigiosa Phisiquiatric University of Torremolinos, no es que sufriera de distintos y diversos trastornos obsesivos (compulsivos y voluntarios), sino que era tan compulsivo, que los tenía todos. Y tan voluntario, que no los soltaba. Entre ese enérgumeno y el puercoespin rosa, se entiende cómo han salido un par o tres de generaciones. Seguro que Torrebruno robaba calzoncillos de los camerinos.

Otro ejemplo (pero por lo opuesto al enano sádico danzarín) al que podemos hacer referencia es el recién fallecido Michael Jackson. Sufría de síndrome de Jesús. ¿Y que hacía? ¿Robaba niños para encerrarlos en su casa? ¡No!. Se llevaba los niños a casa, dejaba que se acercaran a él, luego él se acercaba más a ellos y a continuación, los sodomizaba. Considerando que ninguno de los niños tuvo luego enfermedades venereas (los trastornos psíquicos no cuentan), hasta se puede intuir que encima (limpio e higiénico que era) tomaba medidas y utilizaba medidas anticonceptivas para no contagiar. A continuación, les pagaba a los padres una millonada, y aquí paz y después gloria. Total, a todos nos dan por culo alguna vez en la vida, así que si te lo tienen que hacer, que sean profesionales, y que cobres.

E aquí la demostración de que ese negro translucido sabía hacer las cosas. Con clase. Con dinero. Con estilo. No cómo un ladrón mezquino de ropa interior utilizada.

Y ya que hablamos de Michael Jackson, no entiendo cómo un centro médico de la categoría del hospital universitario UCLA permitió que muriera. Por si alguien no lo sabe, el papel de fumar andante llegó vivo a urgencias. Lo que la mayoría de gente no sabe es que cuando lo llevaron a un box, el médico y los residentes que se lo miraron dijeron "¿A la hora de cenar nos traen un muñeco? Ya haremos las prácticas después, vamos a hacer un café".
Irónias de la vida, el hombre que se pintaba todas las mañanas con tipex todo el cuerpo, murió porqué los de la bata blanca prefirieron ir a beber un líquido negro...

Saludos.

PS: Lo dels calçotets és mentida, no me'ls han robat. O si.
PPS: Lo del m.j. no. Era un coi de pederasta.
PPPS: Per fi les mares del món respiren una mica millor.
PPPPS: I per fi els nens poden anar a jugar pel carrer una mica més segurs.

20 de maig 2009

Lo que de verdad importa.

Hace muchos años vivieron unos seres muy grandes. Antepasados de lo que ahora llamamos reptiles. Eran mucho más grandes que las boas, cocodrilos y otros seres agradables que nos pueden venir en mente. Con la piel escamosa (aunque la verdad, si siempre se encuentran huesos fosilizados, no sé cómo saben que la piel era escamosa), garras tremendas con afiladas uñas, bocas inmensas con terroríficos dientes (sí, hasta los herbívoros tenían unos dientes terroríficos, eran así de chulos), estos seres que median metros y metros de alto reinaban en la tierra. De ahí la frase "cuando los dinosaurios reinaban en la tierra". Porque estamos hablando de los dinosaurios. Y no, Manuel Fraga es de la misma época, pero no es un dinosaurio. Al andar, se nota que viene de la familia de los spheniscidae.

Pero no cambiemos de tema (sé que a nuestros queridos lectores les gusta, pero no lo vamos a hacer), y seguiremos hablando de lo que realmente es importante.

Y lo que importa, lo que realmente afecta a esas pequeñas neuronas que saltan de pared a pared craneal, es que se nos ha muerto un mito. Que digo un mito. Un ídolo. Que digo un ídolo. Un ídolo de masas. Un líder espiritual.
El 14 de abril del 2008, se nos murió Chema.
Sí.
Supongo que no hace falta recordar esas miríadas de gente en la calle, llorando por tan triste suceso. Ni recordar las legiones de fans y ex-gruppies que colapsaron las principales autopistas del estado.
¿Cómo olvidar los millones de cartas que colapsaron Correos (sí, bueno, ya sabemos todos que tampoco cuesta tanto eso)? ¿Cómo olvidar todo eso?
¿Y cómo ha respondido el Ente público a esas muestras de dolor por parte de toda la ciudadanía del mundo mundial y parte del extranjero? De ninguna forma. Sin maneras.
Hace más de un año que se nos fue.
¿Y alguien ha visto un ciclo dedicado a Chema el panadero? Aunque sea en La2, a las 4 y 25 de la madrugada (después de Redes y el genial Eduard “pelucadebotox” Punset), ¿pero alguien lo ha visto? No. Nadie. Nobodi jas sin it.
¿Por qué Carmen Sevilla no le hace un homenaje un sábado por la tarde?
¿Porqué Chema el Panadero está en la misma lista negra que Torrebruno?
¿Donde está Parada y su pianista?
¿Y Don PimPon?
¿Por qué la gente necesita leer cuando va al baño? ¿Que tiene la etiqueta del ambientador o la del champú, que nos hace leerla miles de veces mientras nos defecamos en el señor Roca?
¿Es verdad que la panadería era un centro de distribución de estupefacientes, y el capo era Don Pimpone?

Chema, Espinete… Más de una y de dos generaciones fueron marcadas (traumaticamente a sangre y fuego, literalmente) por estos dos personajes. Dos personajes que cuando acababan de rodar la tortura diaria, se quitaban sus disfraces, sus alter egos, y se dedicaban a cochinadas que sólo en los tugurios más infectos se puede llegar a imaginar. Ésta pareja nos hundió. Nos hicieron creer que un puercoespín rosa de metro ochenta, un panadero que parecía sacado de un laboratorio de cocaína, y un gordo peluche con gorro de paja (sacado de una plantación de algodón, el gorro, no el gordo) estarían a nuestro lado, ayudándonos. Haciendo que la vida fuera feliz, alegre y perfecta. Y resulta que en verdad, siempre estaban jugando con unos niños que no tenían casa y que no estaban escolarizados. Nos hicieron creer que un puercoespín de color rosa necesita ponerse un gorrito ridículo y un pijama que no se pondría ni mi abuelo para ir a dormir.
Y cuando nos lo creímos todo, vino Chema, se tiró a Espinete y nos dejó con un palmo de narices.

¿Por qué no salimos a la calle a protestar por ello? Mientras escribo esto, las calles tendrían que estar llenas de gente, los containers y los coches cruzados en medio del asfalto, ardiendo en una fogata onírica que llenarían los corazones y las almas de todos cuantos respiramos en éste mundo.
Tendríamos que colgar a los responsables de ello de las farolas, para que alumbraran la fiesta macabra que celebraríamos después. Y si los responsables están muertos, sus familias. Hijos, nietos, perros, gatos, canarios, tortugas, todos colgados de las farolas. Que se enteraran en yankeelandia lo que es celebrar una noche de todos los santos.
Tendríamos que asaltar los bancos, los grandes centros comerciales y las tiendas de chucherías. Las revueltas de París tendrían que parecer meras reuniones de boy-scouts al lado del levantamiento popular exigiendo un homenaje a Chema, nuestro panadero.


Pero no. Preferimos callar. No decir nada. No hacer nada. O peor aún. Preferimos perder el tiempo llenando las arterías de nuestras cívicas ciudades en manifestaciones en contra de la crisis. De que cada día tengamos menos y nos cueste más. En contra de que haya millones de parados.

Si es que, en realidad, ya no sabemos lo que de verdad importa.


Saludos.


PS: Visca lo puto gusiluz.
PPS: McDonald's és a la gastronomia el que Telefonica és a les comunicacions.