The Revenge of SodomiteMan (IV)
Marcos Pecinejo García está cansado. Durante el día tiene que disimular pasando por un administrativo vulgar y corriente, que no fuma y que sólo bebe un café al día, a la hora de desayuno. Sus compañeros siguen viendo en él el hombre pausado que hace su trabajo en silencio, que hace sus horas sin espavientos y que no alza nunca la voz para nada.
Pero SodomiteMan está rabioso. Enfadado, su rabia crece segundo a segundo, minuto a minuto. Está harto de la Asociación de SuperHéroes. Teóricamente, ese sindicato se fundó en su momento para defender los derechos laborales de sus miembros. Pero como la mayoría de los sindicatos, se ha burocratizado y ya no sirve para casi nada. Se tenía que hacer una manifestación; los superhéroes están cansados de trabajar por las noches, jugarse el pescuezo, tener que pagar facturas increíbles del gimnasio (para ser un buen superhéroe se tiene que estar en muy buena forma), pagar precios astronómicos por los trajes, los cuales sólo los hace una empresa que, sabedora del monopolio que tiene entre manos les cobra cuatro o cinco veces más de lo que les cobrarían en un restaurante chino (no por la comida, claro está, si no por las tricotosas que todo restaurante chino que se precie tiene en el sótano). Además ninguna mutua los acepta por el riesgo que comporta esta profesión, con lo que, si no se es un millonario como Bruce Wayne, tienes todos los números para acabar en la Seguridad Social cuando te lesionas, problema añadido a que no te puedes presentar en urgencias vestido con el traje de faena, con lo que implica tener a casa, cambiarte de ropa... Y luego en urgencias contar algo verosímil. Pero cuando la asociación iba a anunciar la manifestación, salieron los primeros problemas: ¿Se tenía que ir vestido de superhéroe? Por que estaba claro que vestidos de civil no se podía, a no ser que fueran con pasamontañas, pero en pleno verano, a 35 grados a la sombra, a ver quien era el guapo que se lo ponía. Pero claro, la mayoría trabajaban en oficinas, cadenas de radio... ¿que excusa pedían en el trabajo para no ir y poderse presentar en la manifestación? ¿Y si la gente empezaba a sumar dos más dos? ¿Sumarían cuatro? ¿O sumarían cinco? Y si sumaban cinco, ¿aún partiendo de una base incorrecta podrían adivinar la verdad? Cuando aún estaban en estas disquisiciones, un representante del gobierno llegó, e hizo un petit comité con la junta. Total, que en bien de la seguridad pública, en bien de los ciudadanos y posibles víctimas, la manifestación y la huelga posterior que se había de hacer durante una semana cómo mínimo se canceló.
Y SodomiteMan no está dispuesto a esta bajada de pantalones. Ya se ganó la fama de radical cuando el problema de la unificación de uniformes, así que esta vez se ha callado. Pero su venganza, cómo la de Anakin y Palpatine, está planeada. Ha decidido hacer huelga a su manera. A la japonesa. Pero no en horas del turno que le toca hacer. Ni tampoco en el número de delincuentes que está dispuesto a detener. Sino en la manera en que los va a detener. Se acabó lo de acatar la normativa de la asociación, se acabó lo de preservar los derechos humanos de los maleantes.
A partir de hoy, se van a enterar por que le llaman SodomiteMan.
Para los criminales, la hora del terror ha llegado.
PS: Si els arbres no et deixen veure el bosc, perquè els cotxes si et deixen veure les retencions?
Pero SodomiteMan está rabioso. Enfadado, su rabia crece segundo a segundo, minuto a minuto. Está harto de la Asociación de SuperHéroes. Teóricamente, ese sindicato se fundó en su momento para defender los derechos laborales de sus miembros. Pero como la mayoría de los sindicatos, se ha burocratizado y ya no sirve para casi nada. Se tenía que hacer una manifestación; los superhéroes están cansados de trabajar por las noches, jugarse el pescuezo, tener que pagar facturas increíbles del gimnasio (para ser un buen superhéroe se tiene que estar en muy buena forma), pagar precios astronómicos por los trajes, los cuales sólo los hace una empresa que, sabedora del monopolio que tiene entre manos les cobra cuatro o cinco veces más de lo que les cobrarían en un restaurante chino (no por la comida, claro está, si no por las tricotosas que todo restaurante chino que se precie tiene en el sótano). Además ninguna mutua los acepta por el riesgo que comporta esta profesión, con lo que, si no se es un millonario como Bruce Wayne, tienes todos los números para acabar en la Seguridad Social cuando te lesionas, problema añadido a que no te puedes presentar en urgencias vestido con el traje de faena, con lo que implica tener a casa, cambiarte de ropa... Y luego en urgencias contar algo verosímil. Pero cuando la asociación iba a anunciar la manifestación, salieron los primeros problemas: ¿Se tenía que ir vestido de superhéroe? Por que estaba claro que vestidos de civil no se podía, a no ser que fueran con pasamontañas, pero en pleno verano, a 35 grados a la sombra, a ver quien era el guapo que se lo ponía. Pero claro, la mayoría trabajaban en oficinas, cadenas de radio... ¿que excusa pedían en el trabajo para no ir y poderse presentar en la manifestación? ¿Y si la gente empezaba a sumar dos más dos? ¿Sumarían cuatro? ¿O sumarían cinco? Y si sumaban cinco, ¿aún partiendo de una base incorrecta podrían adivinar la verdad? Cuando aún estaban en estas disquisiciones, un representante del gobierno llegó, e hizo un petit comité con la junta. Total, que en bien de la seguridad pública, en bien de los ciudadanos y posibles víctimas, la manifestación y la huelga posterior que se había de hacer durante una semana cómo mínimo se canceló.
Y SodomiteMan no está dispuesto a esta bajada de pantalones. Ya se ganó la fama de radical cuando el problema de la unificación de uniformes, así que esta vez se ha callado. Pero su venganza, cómo la de Anakin y Palpatine, está planeada. Ha decidido hacer huelga a su manera. A la japonesa. Pero no en horas del turno que le toca hacer. Ni tampoco en el número de delincuentes que está dispuesto a detener. Sino en la manera en que los va a detener. Se acabó lo de acatar la normativa de la asociación, se acabó lo de preservar los derechos humanos de los maleantes.
A partir de hoy, se van a enterar por que le llaman SodomiteMan.
Para los criminales, la hora del terror ha llegado.
PS: Si els arbres no et deixen veure el bosc, perquè els cotxes si et deixen veure les retencions?