19 de març 2008

Hagamos números

Hoy en día, ver por internet páginas porno no es difícil. Prácticamente no hace falta ni quererlo. Lo difícil es no verlas, cómo quien dice.
Y quien más o quien menos, entre tanto link y banner, entre tanta "Lisa quiere invitarte a su (hot hot) lista del Messenger" y "Mira cómo María me ponía los cuernos", al final, ya sea por equivocación o por otros motivos, acabas entrando en alguna web erótico-festiva.
Y entonces es cuando tienes al alcance diferentes opciones a realizar.
La primera, es empezar a practicar ejercicios (con los pantalones bajados) en los que se refuerzan diferentes partes musculares de tu cuerpo. Es el recurso fácil, a la vez que es también un ejercicio de añoranza, recordando los viejos tiempos de revistas y baños.
La segunda opción es rezar a San Torrebruno para que en ese momento tu pareja no entre en la habitación, mientras no paras de clickear frenéticamente en todas las X que ves en las esquinas superiores, intentando bloquear el asalto de banners que inundan la pantalla. Indefectiblemente, acabas cerrando todas las pantallas del navegador, el gestor de correos, el solitario y el power point. Pero los banners siguen ahí.
La tercera opción es rara. Es mirar las caras de las chicas que salen en esas paginas. Y empiezas a mirar si están repetidas en las otras web. Y ves que, aunque unas cuantas están repetidas, la mayoría no.
Éste dato no es mío, apunto para los malpensados. Es un hecho científicamente comprobado.
Así que empiezas a calcular todas las paginas de ésta índole que hay en el mundo mundial. Y la de fotos y vídeos que contienen cada una de ellas. En total, el número de chicas que se dedican a ello es (para decirlo de una forma científica y políticamente correcta) francamente brutal. Hay muchas.
Y aquí es donde nos lo tenemos que plantear.
Hagamos números.
No conozco a nadie que conozca a ninguna chica que se dedique a ello. Podríamos creer lo que dijo en cierta ocasión Woody Allen al respecto, y pensar que en verdad son muñecas de plástico, que las sacan del armario, les hacen las fotos, las deshinchan y las vuelven a poner en el armario. Es una teoría científica que tiene la ventaja de que nunca se ha rebatido. Pero se le ven muchos peros. También podemos decir eso de que "es que todas las chicas que salen no son de aquí". Pues que alguien me diga de que país son, porque más que un país, debe de ser un plató pornográfico, y no sale en ningún atlas (comprobado) ni en ninguna agencia de viajes proponen nada al respecto (desgraciadamente comprobado). Pero ésta teoría falla debido a que también te encuentras con bastantes páginas "autóctonas", por lo que sí que hay chicas de aquí.
Hagamos números.
Si hay chicas de aquí, y se les ve la cara, algún día, por estadísticas, tendría que encontrarme con alguna. Si hay menos jugadores del Barça que chicas de web alegres, y he visto y me he encontrado jugadores del Barça, falla algo.
Hagamos números.
Todo hombre necesita conocer y entablar amistad con chicas así. La demostración de que a las mujeres si que les gusta el sexo, no les duele la cabeza cada sábado, y que hasta pueden querer más posturas que tu mismo. Mujeres que por gustar son capaces de operarse hasta parecer... pornstars. Que no sólo no dirán (con cara de sorpresa y asco) eso de "¿¡Que quieres hacer qué!?", sino que sonreirán con picardía, medio sacaran la lengua mientras entornan los ojos y dirán "Claro, hazme lo que quieras". Los hombres necesitamos éstas subidas de ego (que no de otra cosa) de vez en cuando. Mujeres depiladas de cuerpo entero, con pechos mayores que sus cabezas, y uñas recién sacadas de Elm Street. Y que al final, no hay boda, ni quieren amor eterno ni nada.
Hagamos números.
Que salgan las chicas de donde estén escondidas. Dejad que pongamos una pornstar en nuestra vida.

Así veremos que el sexo por el sexo, cansa. Que los cuerpos espectaculares cansan. Y estaremos listos para creer en el amor y cuerpos imperfectos bajo dieta. Volveremos al redil.
Haced números.

PS: A veure si recuperem el ritme...
PPS: Algú sap a quant va el quilo de pipes?


06 de març 2008

Botella de lejía...

Bueno, aquí tenemos un par de frases más para que la gente se las estampe con todo el mal gusto del mundo en sus camisetas preferidas.

Bailo cómo un gorrión ciego con las alas rotas

Soy un hacha (agárrame el mango)