01 de setembre 2008

Botella de lejía reloaded.

Pues sí, no nos hemos (sí, en plural, tengo muchos egos) olvidado de los ansiosos lectores. Así que ahí van un par de frases más para que desgraciéis vuestra camiseta preferida, o para acabar de destrozar esa camiseta del colacao:

I love hipoteca. And the bank loves me.

Soy un Hombre Kleenex. Utilizame.

PS: Salta, balla, corre com si ningú et veiés. Com si fos l'últim dia de la teva vida.
PPS: Si ho fas de nit i farcit d'alcohol o substàncies psicotròpiques, possiblement ho serà.

14 d’abril 2008

Diga 33

Las Autoridades Sanitarias se quejan de que la gente va a urgencias por "tonterías" que podrían ser solucionadas por el CAP de turno. Las Autoridades Sanitarias deberían ir al oftalmólogo. Si no ven lo que pasa en los CAP, aquí dejo un pequeño aviso, para que vean... y no hagan nada.

El otro día fui al médico. Es decir, fui al especialista. Era mi segunda visita al mismo, pero fue la primera. Aunque parece raro, es así. Mi segunda visita fue la primera.
Pero vayamos por partes y empecemos por el principio...

A principios de septiembre me empezó a doler la muñeca derecha. Después de comentarios jocosos sobre cómo me podría haber echo algo en la muñeca (sin golpes ni similares) para que se me inflamara de esa forma, toda la gente consultada me dijo (casi con las mismas palabras) lo mismo:
- Ves al médico.
Y fui. Bueno, eso es un decir. Que ahora no va así. Primero llamas. Te pasas cómo 5 minutos esperando con una musiquita (supuestamente conocida) versionada por un borracho con un Casio (blanco). Luego te preguntan si es una urgencia. Y claro, cómo no me colgaba la mano, ni sangraba cómo un episodio de Dexter, dije que no. Pues ale, a esperar 1 semana y media. ¡Bien!

Llegó el día señalado y fui a ver al buen (¿?) doctor, que me dijo que eso era una tendinitis. Cuando le pregunté a que podía ser debida la tendinitis, se encogió de hombros. Ahí tus huevos. Voy porqué tengo una inflamación, y me dicen que tengo una inflamación de un tendón. Y para eso estudian medicina. Durante años. Y algunos, hasta se especializan.

Al cabo de una semana y media más, volvía a estar ahí. Con la misma tendinitis pero con anti-inflamatorios y relajantes musculares hasta las cejas. Y me dolía más. Le comenté sutilmente que quería que me viera un traumatólogo. Me receto más anti-inflamatorios y relajantes musculares... Y la visita para el especialista, el 30 de noviembre. Es decir, más de un mes y medio más tarde. Y yo, sin poder sostener ni un lápiz. Así que le devolví las recetas mientras le decía que mi estomago no esa nada del otro mundo, pero que me lo quiero mucho, oiga usted.

Me pasé ese mes y medio prácticamente sin hacer nada con la mano derecha. Ni gimnasio, ni escalada, ni natación ni... ni eso. Una tortura. Por no poder hacer eso, claro.

El 30 de noviembre fui al especialista. Después de esperarme 55 minutos en la consulta (total, al cabo de un mes y medio, ya no viene de ahí), el traumatólogo me dijo que necesitaba unas radiografías para poder saber el alcance del problema, a la par que también me hiciera una resonancia de la muñeca.
Para la resonancia, me llamaron el 9 de enero. Me la hice el 23.
Para las radiografías aún sigo esperando.

Pero cómo no quería esperar más, a finales de enero llamé para volver a quedar con el traumatólogo para que viera la resonancia. Supongo que ese día los dioses estaban de buenas o estarían en medio de una bacanal, porqué había quedado un visita libre para el día siguiente. Así que fui, con mi flamante resonancia. Y mi ipod, porqué ésta vez me lo vi venir y me pasé una hora y cuarto esperando. Total, que cuando al final entro para ver al especialista, en mi segunda visita... Resulta que es otro médico. Y cuando le digo que yo tengo hora con el dr. tal (ya ni me acuerdo cómo se llamaba), me dice que ese es él. Así que vete a saber con quien demonios hablé la primera vez. Lo mejor de todo, es que a él no pareció sorprenderle el echo de que de dos visitas con el mismo doctor, hubiera hablado con dos personas distintas. A lo mejor que es que se turnan, para no estresarse.

Aun mirándolo con recelo, le acerqué la resonancia. Se la miró, se miró el informe, me tocó (en términos médicos creo que ellos no tocan, ellos palpan) las muñecas y decidió que tenía líquido sinovial en el lugar incorrecto. Así que se me quedó mirando con pose profesional (no, no de ésa profesión), con la mirada de pez muerto y la boca medio boqueando, y me dijo:
- No hay problema, sigue haciendo tu vida normalmente. Si te vuelve a doler, te operamos y ya está.

Y así estoy. Haciendo mi vida normal, esperando a que mi muñeca decida petar otra vez para pasar por ese bonito teatro de los sueños que llaman quirófano.

Y la próxima vez que me pase algo, me voy directo de cabeza a urgencias, y sea lo que sea que tengo, me va a doler mucho. Me estaré muriendo. Porqué tengo claro que no me voy a pasar otra vez 5 meses esperando para que me digan que haga vida normal y así luego después poder destriparme.

Y que las Autoridades Sanitarias sigan llorando que la gente no va al CAPullo. De turno.

PS: Si els arbres no et deixen veure el bosc, crema'ls i ja hi podràs fer passar una autopista.
PPS: La vista no serà la mateixa, però el teu compte corrent, tampoc.

19 de març 2008

Hagamos números

Hoy en día, ver por internet páginas porno no es difícil. Prácticamente no hace falta ni quererlo. Lo difícil es no verlas, cómo quien dice.
Y quien más o quien menos, entre tanto link y banner, entre tanta "Lisa quiere invitarte a su (hot hot) lista del Messenger" y "Mira cómo María me ponía los cuernos", al final, ya sea por equivocación o por otros motivos, acabas entrando en alguna web erótico-festiva.
Y entonces es cuando tienes al alcance diferentes opciones a realizar.
La primera, es empezar a practicar ejercicios (con los pantalones bajados) en los que se refuerzan diferentes partes musculares de tu cuerpo. Es el recurso fácil, a la vez que es también un ejercicio de añoranza, recordando los viejos tiempos de revistas y baños.
La segunda opción es rezar a San Torrebruno para que en ese momento tu pareja no entre en la habitación, mientras no paras de clickear frenéticamente en todas las X que ves en las esquinas superiores, intentando bloquear el asalto de banners que inundan la pantalla. Indefectiblemente, acabas cerrando todas las pantallas del navegador, el gestor de correos, el solitario y el power point. Pero los banners siguen ahí.
La tercera opción es rara. Es mirar las caras de las chicas que salen en esas paginas. Y empiezas a mirar si están repetidas en las otras web. Y ves que, aunque unas cuantas están repetidas, la mayoría no.
Éste dato no es mío, apunto para los malpensados. Es un hecho científicamente comprobado.
Así que empiezas a calcular todas las paginas de ésta índole que hay en el mundo mundial. Y la de fotos y vídeos que contienen cada una de ellas. En total, el número de chicas que se dedican a ello es (para decirlo de una forma científica y políticamente correcta) francamente brutal. Hay muchas.
Y aquí es donde nos lo tenemos que plantear.
Hagamos números.
No conozco a nadie que conozca a ninguna chica que se dedique a ello. Podríamos creer lo que dijo en cierta ocasión Woody Allen al respecto, y pensar que en verdad son muñecas de plástico, que las sacan del armario, les hacen las fotos, las deshinchan y las vuelven a poner en el armario. Es una teoría científica que tiene la ventaja de que nunca se ha rebatido. Pero se le ven muchos peros. También podemos decir eso de que "es que todas las chicas que salen no son de aquí". Pues que alguien me diga de que país son, porque más que un país, debe de ser un plató pornográfico, y no sale en ningún atlas (comprobado) ni en ninguna agencia de viajes proponen nada al respecto (desgraciadamente comprobado). Pero ésta teoría falla debido a que también te encuentras con bastantes páginas "autóctonas", por lo que sí que hay chicas de aquí.
Hagamos números.
Si hay chicas de aquí, y se les ve la cara, algún día, por estadísticas, tendría que encontrarme con alguna. Si hay menos jugadores del Barça que chicas de web alegres, y he visto y me he encontrado jugadores del Barça, falla algo.
Hagamos números.
Todo hombre necesita conocer y entablar amistad con chicas así. La demostración de que a las mujeres si que les gusta el sexo, no les duele la cabeza cada sábado, y que hasta pueden querer más posturas que tu mismo. Mujeres que por gustar son capaces de operarse hasta parecer... pornstars. Que no sólo no dirán (con cara de sorpresa y asco) eso de "¿¡Que quieres hacer qué!?", sino que sonreirán con picardía, medio sacaran la lengua mientras entornan los ojos y dirán "Claro, hazme lo que quieras". Los hombres necesitamos éstas subidas de ego (que no de otra cosa) de vez en cuando. Mujeres depiladas de cuerpo entero, con pechos mayores que sus cabezas, y uñas recién sacadas de Elm Street. Y que al final, no hay boda, ni quieren amor eterno ni nada.
Hagamos números.
Que salgan las chicas de donde estén escondidas. Dejad que pongamos una pornstar en nuestra vida.

Así veremos que el sexo por el sexo, cansa. Que los cuerpos espectaculares cansan. Y estaremos listos para creer en el amor y cuerpos imperfectos bajo dieta. Volveremos al redil.
Haced números.

PS: A veure si recuperem el ritme...
PPS: Algú sap a quant va el quilo de pipes?


06 de març 2008

Botella de lejía...

Bueno, aquí tenemos un par de frases más para que la gente se las estampe con todo el mal gusto del mundo en sus camisetas preferidas.

Bailo cómo un gorrión ciego con las alas rotas

Soy un hacha (agárrame el mango)

25 de febrer 2008

Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Leyendo otros blogs (sí, leo, y a veces hasta algo más que cómics y revistas para adultos con muchas fotos), me dio por escribir sobre ese concepto que tenemos de que antes era mejor. Ojo, que a lo mejor no fue por leer, si no que es el resultado de ver demasiadas veces el anuncio de Coca-Cola, con Mayra Gomez-Kemp y los guay, topeguay, etc. Esa sentida y (para que engañarnos) ñoña añoranza de que cuándo eramos jóvenes todo era mejor. O a lo mejor no era porqué eramos jóvenes, pero está claro que la época si que era mejor. No había tanta delincuencia. No te robaban tu último objeto tecnológico (en ese caso, un Casio calculadora) en plena calle a vista de todos. La gente sabía vestir, no cómo ahora. Los Privata brillaban en el cenit del buen gusto, al igual que los tejanos doblados (y nevados, o lavados a piedra). Los dibujos animados no eran violentos (Mazinger Z no lo era, claro que no). Los vídeo-juegos no enganchaban, ni te estabas horas y horas jugando (los futbolines y las máquinas con el PacMan y similares que te encontrabas en los bares no cuentan). Los programas de televisión no eran cosas complejas o producto del estado emocional inestable de los guionistas. Eran serios, responsables y con un nivel altamente educativo. ¿Quien no se relajaba mirando los programas de Lazarov? Y cómo eso, podría enumerar un sinfín más de referencias mitológicas (lo digo por el espacio-tiempo en que ocurrieron, básicamente en la misma época que Aquiles arrasaba Troya y alrededores) de nuestro pasado.

Pero pensando en ese pasado, empecé a pensar en mi pasado. Soy así de ególatra egocéntrico, supongo. Bueno, no lo supongo, pero siempre queda bien dejar un margen para la duda. E indirectamente, empecé a recapacitar e ir rememorando mis viejos tiempos (estilo flash back), a la vez que iba recordando cada vez sucesos más próximos a éste mismo momento en el que estoy.

Total, que empecé un via crucis particular interno, el cual algunos de los que me conocen lo habrán podido entrever (o no). De lo que me dí cuenta es que ésta agonía la empecé sin enterarme casi en el mismo momento que todo se empezó a doblar por donde no debía. Y que eso fue hace cómo unos dos años. Dos años en los que cosas que tenía claras se han vuelto oscuras. Gente que creía que estaban a mi lado no lo estaban, y al ritmo que va, ni lo estarán. Conceptos de la vida que se han ido a hacer gárgaras (con cristales). Amigos que se han ido (no, no estoy hablando de ese irse, es más literal, tranquilos que no ha muerto nadie) y da la impresión de que no volverán, por mucho que lo intente. Sensación de haberme dejado cosas por hacer. Unas por desidia, otras por desidia. Sueños (esto ya parece una película de esas romanticonas tontas y dulces) rotos. Ganas de largarse a una isla perdida del caribe, a vivir de la pesca. Ganas de pillar un petrolero y desaparecer. En definitiva, ganas de huir.

Cómo no he realizado ninguna carrera académica en la que incluyan a Freud y allegados, no puedo afirmar categóricamente que éste silencio blogístico que he tenido ha sido otra forma de manifestar que el fruto había madurado, pero lo tengo bastante coll avall.

Cómo también tengo bastante claro que realmente, cualquier tiempo pasado no fue mejor. Ya sea en mi juventud, cómo en los dos últimos años. Lo que tengo claro es que empiezo a ver la luz al final del túnel (no, no es una metáfora insinuando que me voy a cortar los conductos sanguíneos de las muñecas). Empiezo a tener ganas de vivir.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
Cuando voy con la moto, hasta me paro en los cebra para que los peatones pasen. Y no me los miro cómo si fueran el postre después de una buena cena.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
Voy con una sonrisa en la cara por todos sitios. Y eso que no fumo (ni tomo) substancias psicotrópicas.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
No sé si durará mucho o no. Si sólo serán unos días, semanas o meses.

Espero que más.
Mucho más.

PS: Crec que és la primera vegada que escric quelcom tan pròxim a mi.
PPS: Guardeu una còpia, no crec que torni a pasar.
PPPS: I no he fet cap referència a Torrebruno. O si?
PPPPS: I com no, felicitar a la nova mare que tenim entre nosaltres. Encara que estiguis a l'altre punta de món, els crits de la criatura per la nit arriben fins aquí. FLISITATS!