25 de febrer 2008

Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Leyendo otros blogs (sí, leo, y a veces hasta algo más que cómics y revistas para adultos con muchas fotos), me dio por escribir sobre ese concepto que tenemos de que antes era mejor. Ojo, que a lo mejor no fue por leer, si no que es el resultado de ver demasiadas veces el anuncio de Coca-Cola, con Mayra Gomez-Kemp y los guay, topeguay, etc. Esa sentida y (para que engañarnos) ñoña añoranza de que cuándo eramos jóvenes todo era mejor. O a lo mejor no era porqué eramos jóvenes, pero está claro que la época si que era mejor. No había tanta delincuencia. No te robaban tu último objeto tecnológico (en ese caso, un Casio calculadora) en plena calle a vista de todos. La gente sabía vestir, no cómo ahora. Los Privata brillaban en el cenit del buen gusto, al igual que los tejanos doblados (y nevados, o lavados a piedra). Los dibujos animados no eran violentos (Mazinger Z no lo era, claro que no). Los vídeo-juegos no enganchaban, ni te estabas horas y horas jugando (los futbolines y las máquinas con el PacMan y similares que te encontrabas en los bares no cuentan). Los programas de televisión no eran cosas complejas o producto del estado emocional inestable de los guionistas. Eran serios, responsables y con un nivel altamente educativo. ¿Quien no se relajaba mirando los programas de Lazarov? Y cómo eso, podría enumerar un sinfín más de referencias mitológicas (lo digo por el espacio-tiempo en que ocurrieron, básicamente en la misma época que Aquiles arrasaba Troya y alrededores) de nuestro pasado.

Pero pensando en ese pasado, empecé a pensar en mi pasado. Soy así de ególatra egocéntrico, supongo. Bueno, no lo supongo, pero siempre queda bien dejar un margen para la duda. E indirectamente, empecé a recapacitar e ir rememorando mis viejos tiempos (estilo flash back), a la vez que iba recordando cada vez sucesos más próximos a éste mismo momento en el que estoy.

Total, que empecé un via crucis particular interno, el cual algunos de los que me conocen lo habrán podido entrever (o no). De lo que me dí cuenta es que ésta agonía la empecé sin enterarme casi en el mismo momento que todo se empezó a doblar por donde no debía. Y que eso fue hace cómo unos dos años. Dos años en los que cosas que tenía claras se han vuelto oscuras. Gente que creía que estaban a mi lado no lo estaban, y al ritmo que va, ni lo estarán. Conceptos de la vida que se han ido a hacer gárgaras (con cristales). Amigos que se han ido (no, no estoy hablando de ese irse, es más literal, tranquilos que no ha muerto nadie) y da la impresión de que no volverán, por mucho que lo intente. Sensación de haberme dejado cosas por hacer. Unas por desidia, otras por desidia. Sueños (esto ya parece una película de esas romanticonas tontas y dulces) rotos. Ganas de largarse a una isla perdida del caribe, a vivir de la pesca. Ganas de pillar un petrolero y desaparecer. En definitiva, ganas de huir.

Cómo no he realizado ninguna carrera académica en la que incluyan a Freud y allegados, no puedo afirmar categóricamente que éste silencio blogístico que he tenido ha sido otra forma de manifestar que el fruto había madurado, pero lo tengo bastante coll avall.

Cómo también tengo bastante claro que realmente, cualquier tiempo pasado no fue mejor. Ya sea en mi juventud, cómo en los dos últimos años. Lo que tengo claro es que empiezo a ver la luz al final del túnel (no, no es una metáfora insinuando que me voy a cortar los conductos sanguíneos de las muñecas). Empiezo a tener ganas de vivir.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
Cuando voy con la moto, hasta me paro en los cebra para que los peatones pasen. Y no me los miro cómo si fueran el postre después de una buena cena.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
Voy con una sonrisa en la cara por todos sitios. Y eso que no fumo (ni tomo) substancias psicotrópicas.
Ahora la luz está a mi lado, y me ilumina. Me siento bien. Me siento feliz.
No sé si durará mucho o no. Si sólo serán unos días, semanas o meses.

Espero que más.
Mucho más.

PS: Crec que és la primera vegada que escric quelcom tan pròxim a mi.
PPS: Guardeu una còpia, no crec que torni a pasar.
PPPS: I no he fet cap referència a Torrebruno. O si?
PPPPS: I com no, felicitar a la nova mare que tenim entre nosaltres. Encara que estiguis a l'altre punta de món, els crits de la criatura per la nit arriben fins aquí. FLISITATS!