12 d’abril 2007

De cabalgatas, rúas y demás.

Escribir en un blog, de forma (más o menos) regular, implica un ejercicio mental que mi neurona no acostumbra a realizar (de ahí la calidad de los posts). Sólo el goteo constante de sapiencia finita (pero mucha) unida a esa alegría innata que rezuman los comentarios de los comentaristas (que sería de este blog sin sus contertulios habituales), hace que escriba. Escribo sin pensar, sin leer (acto que me obliga a borrar parrafos enteros sin vocales o sin consonantes, o hasta sin vocales ni consonantes), sin comer ni beber. Pero esta vez no. Los agudos y reluctantes comentarios de mis allegados comentaristas/contertulios en mi último post me hicieron ver la luz. Primero, porque con lo oscuro que es esto, sin encender la luz no hay dios que lea nada. Segundo, porque vi una bombilla, de bajo consumo, que me venía y me iluminaba. Tercero, porque sí. La verdad es que no entiendo cómo no pude pensar en éste tema antes. Es una temática de la cual se habla en la calle, en los bares, durante los partidos de fútbol, en el mercado, viendo la tele y hasta en la más íntima y lasciva de las alcobas, ya sea de amor o de pago. Es un tema que nos acontece diariamente, que nos afecta en el día a día, en la semana a semana desde que nacemos hasta que nos volvemos comida para gusanos (cuál cebo) o ceniza (cuál cigarrillo sin boquilla). Estoy hablando, por supuesto, de las cabalgatas.

Pero hablar de cabalgatas no es exactamente correcto. Concretemos:
Por navidad, o más bien dicho, después de ella, tenemos la Cabalgata de Reyes, donde una gente adulta (según el dni) , se disfraza con barbas, pelucas, coronas, ropas aterciopeladas y/o brillantes y rodeados de otra gente adulta (repito, según el dni) que van con las caras pintadas de negro (si hay presupuesto es maquillaje, sino lo hay, van tiznados de carbón), y se dedican a tirar caramelos con más o menos mala leche a los niños y no tan niños desde lo alto de unas carrozas. Que no son carrozas, sino camiones con una plataforma encima, decorados con más (pocas veces) o menos (la mayoría de las veces) gracia, y normalmente acompañados de música que parece escogida por el asesor de imagen de Agata Ruiz de la Prada (famosa diseñadora por tener el "gusto" de saber escoger cómo marido a un demócrata de la talla de Pedro J. Ramírez, el campeón de los calzoncillos).

Después de las fiestas navideñas, por febrero, tenemos carnaval. Pero en carnaval no hay cabalgatas. hay Rúas. En las Rúas, la gente adulta (según el dni) se disfraza con barbas, pelucas, coronas, ropas aterciopeladas y/o brillantes y rodeados de otra gente adulta (repito, según el dni) que van con las caras pintadas (si hay presupuesto es maquillaje, sino lo hay, van pintados con dacs), y se dedican a tirar caramelos con más o menos mala leche a los niños y no tan niños desde lo alto de unas carrozas. Que no son carrozas, sino camiones con una plataforma encima, decorados con más (pocas veces) o menos (la mayoría de las veces) gracia, y normalmente acompañados de música que parece escogida por el asesor de imagen de Agata Ruiz de la Prada (famosa diseñadora por diseñar ropa similar a la neurona de su marido).
Así que tenemos que las cabalgatas y las rúas se diferencian básicamente porque en las cabalgatas hay gente con la cara pintada de negro, y en las rúas, generalmente, no. Ahora podríamos fácilmente y de forma demagógica, hablar de racismo. Podríamos plantearnos porqué en las cabalgatas dejan a la gente ir de negros, y en las rúas no. Sacar el tema del racismo y la xenofobia, comentar y intentar adivinar si son motivos de la inmigración, o si ya viene de antes. Pero no. Eso no es lo importante. Lo que realmente importa a la gente de a pie, a los ejecutivos, a los hemofílicos de la Zarzuela (Juanca, es un motivo de honda satisfacción darte un saludete si me lees), es el porqué de la diferencia de nombre entre cabalgata y rúa. ¿Que motivos económicos, políticos y geográficos empujaron a hacer está distinción clasista? ¿Quién, cuando, cómo y porqué? ¿Y donde?

Primero vamos a ver que se entiende de forma oficial por "cabalgata" y "rúa".
Según la RAE, cabalgata es "Desfile de jinetes, carrozas, bandas de música, danzantes, etc., que se organiza como festejo popular" Y rúa, según la misma RAE es "Calle de un pueblo" o "En Galicia, fiesta o diversión nocturna de aldeanos". Claro que también nos informa de que existe el verbo ruar (Andar por las calles y otros sitios públicos a pie, a caballo o en coche). Total, que parece que el término correcto sería cabalgata o, para ponernos estrictos e igualitarios con todo el mundo, desfile.

Con esto podemos deducir que, si bien una cabalgata es un "desfile (blablabla) que se organiza como festejo popular", la rúa no. Es decir, las rúas o no son desfiles o no se considera un festejo popular. Cómo la neurona es lenta pero segura, creo adecuado deducir que no va a ser eso lo que separa una cabalgata de una rúa.

Por lo tanto, sólo nos queda una opción. El racismo. Ya he expuesto de forma clara, concisa, contrastada (por estudios científicos de las más excelsas universidades) que lo que realmente diferencia una de la otra es que en las cabalgatas hay bastante (por no decir mucha) gente disfrazada de negro. Por negro me refiero a la raza, no a que vayan con ropas de color negro. Que podría poner persona de color, pero me niego a imaginarme un africano como una persona de color... azul, gris, verde o caqui. A un americano me lo puedo imaginar de cualquier color, pero es que sólo hay que ver todo el país en que viven para imaginarse cualquier cosa: un presidente que se atraganta con una galletita, emisiones en directo de ataques preventivos, etc... Bueno, a lo que ibamos. Que lo curioso del caso es que las rúas más populares (las brasileñas), estan llenas de negros, mestizos, mulatos y demas. Que he aquí el punto de inflexión que puede hacer que se resuelva este estudio tan meticuloso que tantos minutos (4, para ser exactos) me está ocupando. A lo mejor (por no decir de forma categórica que es la verdad), resulta que es racismo... Pero no racismo como nos imaginamos de forma normal. Es decir, normalmente, cuando oímos o leemos la palabra racismo, nos imaginamos al negro oprimido, atado a una estaca mientras lo fustigan y un blanco le pregunta: "¿Cómo te llamas, esclavo?" Pero en este caso, es a la inversa. En un momento de la historia, los diccionográfos (la gente que se dedica al noble arte de crear diccionarios), se dieron cuenta que tenían cómo acepciones de desfile estos dos lindos vocablos. Cabalgata y rúa. Y decidieron (por eso de ahorrar papel en la siguiente edición del diccionario) unificar conceptos. Evidentemente, a partir de ese momento se crearon dos bandos. Los pro-cabalgata y los pro-rúas. También había los que querían que tanto en un concepto de desfile como en el otro hubiera gente disfrazada de Torrebruno, pero a esos energúmenos se les vetó la entrada a las negociaciones de forma dialogante y conciliadora con balas de 9mm. Después de minutos y minutos de ardua negociación, se decidió que los dos desfiles se unificaran bajo el nombre de "rúa". Se decidió ese nombre básicamente porque es más corto y tenían que ahorrar espacio, cómo ya he dicho antes. Pero entonces, los puristas de la rúa, surgieron con un argumento radical, sorprendente e irrefutable: No se podían llamar igual, ya que, mientras en las rúas la gente es negra, mulata y/o mestiza, en las cabalgatas la gente se tiene que disfrazar para parecer negros. Es decir, la cabalgata era un conjunto de blancos que querían ser negros. O lo que es lo mismo, la cabalgata era un conjunto de negros falsos. Evidentemente, un intento tan burdo de suplantación de raza no se podía premiar con el éxito del desfile y llamarle "rúa". Así que, con las lagrimas en los ojos (porque vieron que no podrían ahorrar espacio ni tinta) los diccionográfos tuvieron que aceptar poner los dos términos. Pero en venganza a la rúa (y por motivos de ahorro de tinta y espacio), decidieron no poner en la definición ninguna referencia al concepto más festivo y festivalero. Para el mundo, la rúa como desfile festivo no existiría. Sólo las cabalgatas.

Y así está el mundo, ofuscado y en la penumbra, lleno en un mar de dudas. Y todo por un color.

P.S: Éste reportaje de investigación no tiene nada que ver con reportajes de investigación que "el mundo" y "telemadrid" puedan realizar. Aunque las fuentes sean las mismas.
P.P.S: Y el número de neuronas, también.
P.P.P.S: Pels amants de "Queer as folk", aneu a veure la pelicula "300", no us podeu perdre la reinona Jerjes (coneguda en l'ambient com Jerji L'Empaladora) en acció.

6 comentaris:

PlàB ha dit...

Estimado y apreciado Doctor Hops, me ha parecido brillante la exposición del tema que nos a brindado, ahora bien, me asalta una duda: Quien fué 1º el huevo o la gallina? porque podria ser que la gallina se maquillara de huevo en una imitación o tributo...
Como amplio conocedor del tema que es usted Doc. Hops, y como que seguro que cuenta con la más extensa documentación habida y por haber le hago un llamamiento a esclarecer esta duda, que de momento es mia pero que podria ser la de much@s.
Grácias de antepié.

Kamehame ha dit...

Me parece muy didáctico e inflamatorio, el tema expuesto en este post. Pero que hay de los pasacalles? las procesiones?

Aqui (ya saben donde) a todo lo que consista en moverse en grupo a lo largo de una calle (o mas) se le llama "parade". No hace falta ir disfrazado. Hay "parades" tan creativas en las que se desfila solo para que te miren la jeta. En otras, si. La peña se viste de gala. Pero que no se te ocurra pintarte de negro para pretender que eres negro, porque lo mas probable es que te arresten.

Hay "parades" aburridas como esta

O un poco mas amenas como esta


Pero ni petardos ni na...

Cesc Fortuny i Fabré ha dit...

Bloger me da asco.
Llevo 15 días intentando publicar algo. Ya se que lo que publico tampoco vale mucho la pena ... en fin. Saludos amigos.

Darth Mindundi ha dit...

Por fin. ¿Ha valido la pena esperar a que ustedes tres hayan posteado para postear yo? Ha valido la pena este ejercicio de respeto para con ustedes? Ha valido la pena?
Sinceramente, creo que no.
Pero olvidémonos de pastillas y zapatillas, que no son buenas para la circulación, y menos aún para el gusano de la manzana, que no de la patata.

Cesc Fortuny i Fabré ha dit...

Creo que el nexo de si hipótesis es sin duda Carliñus Barun, el inventor de los macarrones llenos de bicarbonato de sódio. Conocidos por producir dolor de estómago y curarlo al mismo tiempo.

Darth Mindundi ha dit...

Correcto, pero no olvidemos a Robertu Palmeiro, que aunque es conocido por construir al revés la sagrada familia con chinchetas para luego (después de 34 años de duro esfuerzo) meterle 4 patadas y echar abajo tamaña obra de arte, que creó la "hipótesis de las almejas vivas en conserva" mientras desayunaba alcachofas en un restaurante chino de Chile. Que genio.